Soluciones para adolescentes y preadolescentes para perder peso

Quizás uno de los momentos más cruciales y difíciles de la vida de una mujer sea durante la preadolescencia y la adolescencia. El cuerpo está cambiando, la mente se vuelve más consciente de sí misma y la presión de grupo está en su nivel más alto de intensidad.

Una niña con sobrepeso tiende a ser la peor parte de las bromas en la escuela y, a menudo, el sexo opuesto la ignora, lo que hace que este momento incómodo sea aún más incómodo. Las chicas jóvenes se sienten presionadas a ser súper delgadas, incluso si tienen un peso promedio y tienden a adquirir hábitos peligrosos de "dieta" de amigos, como atracones y purgas o usar laxantes.

Si tiene una niña en casa que está luchando con su peso, o si es un adolescente que busca respuestas, tenemos algunos consejos y soluciones que pueden ayudar mucho a alcanzar sus metas.

Soluciones de pérdida de peso para adolescentes

Las adolescentes enfrentan una multitud de desafíos cuando se trata de perder peso. Aquí hay algunas ideas dirigidas específicamente a mujeres adolescentes y preadolescentes.

  1. No se salte comidas

Si bien esto suena como lo contrario de lo que deberías hacer, la verdad es que cuando te saltas las comidas, por lo general solo logras tener más hambre y comer en exceso más adelante. Es mejor comer 4 o incluso 6 comidas pequeñas para mantener el estómago más lleno que comer 2 comidas grandes. Numerosos estudios muestran que las mujeres jóvenes que desayunan tienen un IMC más bajo que las niñas que no lo hacen.

  1. Sin embargo, puede omitir los refrescos

Necesita beber mucha agua para mantener sus hormonas funcionando correctamente, así como para ayudar a su cuerpo a eliminar la grasa. Los refrescos azucarados, las bebidas energéticas, las bebidas de café llenas de azúcar e incluso los jugos de frutas funcionan en su contra, no a su favor. Deshazte de esas bebidas por agua, té verde, aguas saborizadas (sin azúcar) y disfruta de un refresco de dieta ocasional si lo deseas.

  1. Caminar a todos lados

¡Póngase esos auriculares y suba algunas melodías! ¡Camina o sube las escaleras a todas partes! Pídeles a tus padres que te dejen a una o dos cuadras de la escuela y camina el resto del camino. Tome las escaleras en el centro comercial, no el ascensor. Camine de la casa de un amigo a la de otro. ¡Hacer que caminar sea tu nuevo mejor amigo! Estos pequeños pasos se sumarán a una seria quema de calorías.

  1. Piense baja en carbohidratos

Una verdadera dieta baja en carbohidratos no elimina los productos lácteos o la fruta, así que no te confundas con las dietas que dicen lo contrario. Trate de comer no más de 50 gramos de carbohidratos por día. Puede encontrar una copia impresa de cuántos gramos de carbohidratos tiene cada alimento para que pueda tomar decisiones inteligentes. Para la mayoría de las personas, esto significa comer muchas más cosas como pollo y verduras, una pieza de fruta al día y queso, nueces, huevos e incluso un vaso de leche. Las dietas bajas en carbohidratos son una excelente manera de perder peso rápidamente.

  1. No comer después de 7 o 20:00

Dependiendo del horario de comidas de su familia, trate de evitar comer nada después de las 7 u 8 p. m. Los bocadillos nocturnos son uno de los principales culpables del aumento de peso. Su cuerpo no solo no quemará esas calorías, sino que la mayoría de las personas tiende a comer cosas poco saludables por la noche, como helado, papas fritas o galletas. Si su estómago gruñe, tome dos tazas de palomitas de maíz (no del tipo mantecoso) con sal de ajo. Esto te llenará, pero no te llenará.

¿Cuáles son los desafíos de perder peso para las adolescentes?

Perder peso puede presentar desafíos únicos para las adolescentes debido a diversos factores físicos, emocionales y sociales. Estos son algunos de los desafíos que pueden enfrentar:

  1. Presiones de la imagen corporal: Las adolescentes a menudo enfrentan una importante presión social para ajustarse a estándares de belleza poco realistas, lo que puede contribuir a una imagen corporal negativa y a trastornos alimentarios. Esta presión puede conducir a prácticas de pérdida de peso poco saludables o a sentimientos de insuficiencia.
  2. Influencia de los compañeros: La influencia de los pares juega un papel importante en los comportamientos de los adolescentes, incluidos los hábitos alimentarios y los niveles de actividad física. Las niñas pueden sentir presión para encajar con sus compañeros, lo que puede influir en sus elecciones de alimentos, hábitos de ejercicio y actitudes hacia la pérdida de peso.
  3. Cambios hormonales: La pubertad trae importantes cambios hormonales que pueden afectar el metabolismo, el apetito y la composición corporal. Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que a las adolescentes les resulte más difícil perder peso o mantener un peso saludable, a pesar de sus esfuerzos.
  4. Comer emocional: Las adolescentes pueden recurrir a la comida para reconfortarse o aliviar el estrés, lo que lleva a conductas alimentarias emocionales. Hacer frente a las presiones académicas, las relaciones sociales o los problemas familiares puede desencadenar episodios de alimentación emocional, lo que dificulta el cumplimiento de un plan de alimentación saludable.
  5. Autonomía limitada: Los adolescentes a menudo tienen un control limitado sobre sus elecciones de alimentos y pueden depender de sus padres o cuidadores para sus comidas y refrigerios. La falta de autonomía en la selección y preparación de alimentos puede dificultar que las niñas sigan un plan de pérdida de peso o tomen decisiones más saludables.
  6. Estilos de vida sedentarios: Con el auge de la tecnología y el tiempo frente a la pantalla, muchos adolescentes llevan estilos de vida sedentarios y pasan horas sentados y realizando actividades basadas en pantallas. La actividad física limitada puede contribuir al aumento de peso y dificultar la pérdida de peso.
  7. Conocimiento nutricional: Muchos adolescentes carecen de conocimientos nutricionales básicos y es posible que no comprendan la importancia de una alimentación equilibrada o del control de las porciones. Sin una educación adecuada sobre nutrición, las niñas pueden tener dificultades para elegir alimentos informados que favorezcan la pérdida de peso y la salud en general.
  8. Influencia de los padres: Las actitudes y comportamientos de los padres con respecto a la comida, el ejercicio y la imagen corporal pueden afectar significativamente los esfuerzos de las adolescentes para perder peso. El apoyo positivo de los padres y el modelaje a seguir pueden promover hábitos saludables, mientras que las actitudes o comportamientos negativos pueden obstaculizar el progreso.
  9. Patrones alimentarios desordenados: La adolescencia es un período vulnerable para el desarrollo de patrones alimentarios desordenados, como atracones, alimentación restrictiva o ejercicio compulsivo. Estos comportamientos pueden interferir con los esfuerzos de pérdida de peso y tener graves consecuencias físicas y psicológicas.
  10. Condiciones médicas: Algunas adolescentes pueden tener afecciones médicas subyacentes, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), trastornos de la tiroides o desequilibrios hormonales, que afectan el metabolismo y la regulación del peso. Puede ser necesario abordar estas afecciones médicas para lograr un control de peso exitoso.

Superar estos desafíos requiere un enfoque holístico que aborde los aspectos físicos, emocionales y sociales de la salud. Fomentar una imagen corporal positiva, promover hábitos alimentarios saludables, fomentar un entorno de apoyo y brindar educación sobre nutrición y ejercicio pueden ayudar a las adolescentes a superar estos desafíos y alcanzar sus objetivos de pérdida de peso de una manera segura y sostenible.

¿Es normal que una adolescente tenga grasa abdominal?

Sí, es normal que las adolescentes tengan cierta cantidad de grasa abdominal como parte de su composición corporal natural. Durante la adolescencia, los cambios hormonales, los factores genéticos y el crecimiento y desarrollo general pueden contribuir a cambios en la distribución de la grasa corporal, incluida la acumulación de grasa alrededor del abdomen.

Es esencial reconocer que la distribución de la grasa corporal varía entre las personas y que tener algo de grasa abdominal no necesariamente indica mala salud o la necesidad de perder peso. Sin embargo, el exceso de grasa abdominal, particularmente la grasa visceral (grasa almacenada en lo profundo del abdomen), puede aumentar el riesgo de problemas de salud como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.

Los factores que pueden contribuir a la acumulación de grasa abdominal en las adolescentes incluyen:

  1. Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales durante la pubertad pueden afectar la distribución de la grasa, especialmente alrededor de las caderas, los muslos y el abdomen.
  2. Genética: La predisposición genética juega un papel importante en la determinación de la distribución de la grasa corporal y la forma general del cuerpo.
  3. Dieta y estilo de vida: Los malos hábitos alimentarios, la falta de actividad física y las conductas sedentarias pueden contribuir a la acumulación excesiva de grasa abdominal.
  4. Estrés: El estrés crónico puede provocar la liberación de cortisol, una hormona del estrés asociada con un mayor almacenamiento de grasa abdominal.
  5. Dormir: El sueño inadecuado o la mala calidad del sueño pueden alterar el equilibrio hormonal y contribuir al aumento de peso, incluida la grasa abdominal.

Si bien cierta cantidad de grasa abdominal es normal y saludable, es esencial que las adolescentes mantengan un estilo de vida equilibrado que incluya una dieta nutritiva, actividad física regular, sueño adecuado y control del estrés. Fomentar hábitos saludables en lugar de centrarse únicamente en el peso o el tamaño corporal es clave para promover el bienestar general y una imagen corporal positiva.

Si una adolescente expresa inquietudes sobre su cuerpo o su peso, es importante abordar la conversación con sensibilidad y empatía. Concéntrese en promover comportamientos saludables en lugar de la pérdida de peso y enfatice la importancia del cuidado personal, la positividad corporal y la salud y el bienestar general. Si es necesario, busque la orientación de un profesional de la salud o un dietista registrado que pueda brindarle asesoramiento y apoyo personalizados.

¿Desaparece la grasa de la pubertad?

Durante la pubertad, tanto los niños como las niñas experimentan cambios en la composición corporal debido a las fluctuaciones hormonales y el crecimiento acelerado. Es común que los adolescentes aumenten de peso y experimenten cambios en la distribución de la grasa durante este tiempo. En las niñas, la pubertad suele provocar un aumento de la grasa corporal, especialmente en zonas como las caderas, los muslos y los senos, así como cierta acumulación de grasa alrededor del abdomen.

Para muchas personas, la grasa ganada durante la pubertad tiende a redistribuirse o disminuir a medida que continúan creciendo y madurando hasta la edad adulta. Esta redistribución está influenciada por factores como la genética, los cambios hormonales, la dieta y los niveles de actividad física. A medida que los adolescentes continúan desarrollándose y sus cuerpos se adaptan a su forma adulta, es posible que, de forma natural, pierdan parte del exceso de grasa adquirido durante la pubertad.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cuerpo de cada persona es único y que la tasa y el alcance de la pérdida o redistribución de grasa pueden variar mucho entre los individuos. Algunas personas pueden encontrar que ciertas áreas de grasa persisten hasta la edad adulta, mientras que otras pueden experimentar cambios más significativos en la composición corporal.

Independientemente de si la grasa de la pubertad “desaparece” o no, es fundamental que los adolescentes se concentren en la salud y el bienestar generales en lugar de centrarse únicamente en el peso o el tamaño corporal. Fomentar hábitos saludables como la actividad física regular, una nutrición equilibrada, un sueño adecuado y el control del estrés pueden contribuir a una imagen corporal positiva y al bienestar general durante la adolescencia y más allá. Si una adolescente tiene dudas sobre su composición corporal o su peso, es recomendable buscar orientación de un profesional de la salud o un dietista registrado que pueda brindarle asesoramiento y apoyo personalizados.

¿Cómo hablar con un niño sobre el control del peso?

Hablar con un niño sobre el control de peso requiere sensibilidad, empatía y centrarse en promover la salud y el bienestar en lugar de la apariencia o la imagen corporal. A continuación se ofrecen algunos consejos para tener una conversación constructiva sobre el control del peso con un niño:

  1. Elija el momento y el lugar adecuados: Encuentre un momento tranquilo y privado para tener la conversación, libre de distracciones o interrupciones. Asegúrese de que tanto usted como el niño estén en un estado mental tranquilo y receptivo.
  2. Utilice lenguaje positivo: Encuadre la conversación de manera positiva y solidaria, centrándose en la salud, la energía y el bienestar en lugar del peso o la apariencia. Enfatizar la importancia de cuidar el cuerpo y sentirse bien de adentro hacia afuera.
  3. Sea honesto y transparente: Sea honesto con el niño sobre la importancia de mantener un peso y un estilo de vida saludables para su salud y bienestar general. Utilice lenguaje y conceptos apropiados para la edad para explicar la conexión entre nutrición, actividad física y salud.
  4. Fomentar la comunicación abierta: Cree un ambiente seguro y sin prejuicios donde el niño se sienta cómodo expresando sus pensamientos, sentimientos e inquietudes sobre el control de peso. Escuche activamente y valide sus experiencias sin críticas ni juicios.
  5. Centrarse en la salud, no en el peso: Desviar la atención del peso como indicador principal de la salud y, en cambio, enfatizar hábitos saludables como comer alimentos nutritivos, mantenerse activo, dormir lo suficiente y controlar el estrés. Enfatice que el cuerpo de cada persona es diferente y que el objetivo es estar sano y fuerte, no ajustarse a ideales o estándares poco realistas.
  6. Predicar con el ejemplo: Sea un modelo positivo para el niño practicando usted mismo hábitos saludables, como comer alimentos equilibrados, realizar actividad física y priorizar el cuidado personal. Es más probable que los niños adopten conductas saludables cuando ven que los adultos los modelan constantemente.
  7. Involucrar al niño en la toma de decisiones: Capacite al niño para que asuma un papel activo en su propia salud y bienestar involucrándolo en procesos de toma de decisiones como la planificación de comidas, la compra de alimentos y la elección de actividades físicas que disfrute. Anímelos a establecer objetivos realistas y celebrar sus logros a lo largo del camino.
  8. Ofrezca apoyo y aliento: Ofrezca apoyo, aliento y elogios continuos a medida que el niño realiza cambios positivos hacia un estilo de vida más saludable. Concéntrese en el progreso en lugar de la perfección y brinde orientación y aliento amables cuando se produzcan contratiempos.
  9. Abordar las preocupaciones emocionales sobre la alimentación y la imagen corporal: Sea consciente de cualquier problema emocional subyacente o preocupación por la imagen corporal que pueda estar contribuyendo a hábitos alimentarios poco saludables o al estrés relacionado con el peso. Ofrecer apoyo y orientación para desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables y una autoestima positiva.
  10. Busque ayuda profesional si es necesario: Si le preocupa el peso o los hábitos alimentarios de su hijo, considere buscar orientación de un pediatra, dietista registrado o profesional de salud mental que se especialice en trabajar con niños y adolescentes.

Al abordar el tema del control del peso con empatía, franqueza y centrándose en la salud y el bienestar, puede ayudar a empoderar al niño para que tome decisiones positivas y desarrolle hábitos de por vida que respalden su salud y felicidad en general.


Fuentes

Pérdida de peso

Bienvenido al sitio web del Plan de pérdida de peso para mujeres. Mi nombre es Dr. E. Faust, un médico certificado por la junta en ejercicio. Como madre de tres hijos, he luchado con mi peso durante la mayor parte de mi vida adulta. Este sitio web fue creado por una doctora para ayudar específicamente a otras mujeres a perder peso.

Artículos relacionados

0 Comentario